sábado, 1 de noviembre de 2008

Esperándote


Miro la ventana, la puerta, como todas las noches quizás esperando por una extraña razón que apareciera tu sombra en ellos, pero no es así...cierro los ojos y comienzo a pensar en la manera de verte, en el tiempo que me falta para que estés a mi lado, parece que el tiempo se detuviera cuando pienso en ti, como si degustara mi tormento saboreándolo segundo a segundo y alimentándose de él.


Solo pienso en el hecho de sucederme esto a mi y se que es algo inmaduro, pero no puedo evitarlo...


Noto como una lágrima incontrolada y sin esperarla resbala por mi mejilla, sigo pensando ¿cómo será cuando te vea? ¿cómo será el poder abrazarte, tocarte....besarte? estas preguntas solo acontecen a más lágrimas, más y más sin poder controlar la situación.


Decido dormirme, dejar de pensar en eso, o en un vano intento de dejar de llorar y con ello me siento tranquila, aliviada, quizás y solo quizás pueda esta noche soñar lo que en realidad tanto anhelo, pues se dice que en los sueños pasa cualquier cosa que se desee y yo lo que más deseo es poder estar contigo.

Amor prohibido

Sus ojos se encontraron,
durante unos instantes,
apartaron sus miradas,
no querían provocarse,

Él se acercó a su asiento,
ella temblando estaba,
todos se habían ido,
el silencio la impregnaba;

ella se alejó temblorosa,
al ver que él venía,
y de sorpresa preguntó,
si al día siguiente volvería,
pues tenía ganas de verla,
en el paso de los días,


aquello no podía ser cierto,
él debía de estar confundido,
sus corazones se opimieron,
no se oían ni sus latidos,

así que ella aceptó,
era lo que más deseaba,
al día siguiente se encontraron,
no desviaron sus miradas,

al terminar las clases,
otra vez solos;
solo con el silencio...él la besó,
pero esta vez, fue distinto
pues ella no se reprimió,

al apartar ambos sus labios,
él muy serio a ella preguntó:
-¿Cometemos un error?
Mas pronto ella respondió:
-No me importa nada, profesor.